El pasado 25 de diciembre de 2023, el Profesor Dr. M. Suheyl Umar participó en Campus PHI (Acebo, Extremadura) en el programa “Compartiendo Sabiduría, un Acto de Amor” del proyecto Universidad de la Consciencia de Fundación PHI.
“Cuando Swami Rameshwarananda Giri me invitó a participar en este programa”, afirmó el profesor Umar, “me pareció muy sencilla la propuesta de que simplemente hablara sobre mi experiencia o trayectoria personal espiritual. Sin embargo, en realidad es algo muy difícil.”
“Mi trayectoria hasta el momento de entrar en la vida espiritual fue académica, y consecuencia de sacar ciertas conclusiones de mis convicciones religiosas y llevarlas hasta su final lógico, algo inusual.”
Umar, nació y creció en un gran centro urbano de Pakistán a mediados del siglo XX, en una familia impregnada de valores islámicos tradicionales.
Entre los acontecimientos biográficos claves que despertaron su aspiración espiritual se encuentra la consciencia temprana sobre la convicción arraigada, y compartida en su comunidad, de que en cada generación de musulmanes había habido personas ideales o modelos a seguir que habían estado muy por encima del nivel medio de piedad musulmana, y que esos seres humanos de una categoría muy superior o perfectos se encontraban entre los santos, si bien fueron más abundantes en las primeras generaciones del islam.
Por otro lado, recordó el impacto que produjo en el curso de su vida la lectura de dos libros recomendados por un amigo durante sus estudios universitarios, “La crisis del mundo moderno” e “Introducción al estudio de las doctrinas hindúes”, del metafísico francés René Guénon. Dichos libros le abrieron a una perspectiva Universal, y le recordaron que, una vez entendidas las ideas metafísicas y las doctrinas, el siguiente paso es su realización, “pues el conocimiento solo nos salva si compromete todo lo que somos y nos transforma”. Fue entonces cuando comenzó su búsqueda de un maestro espiritual, porque parafraseando a Haston Smith “una vez te han dado el mensaje, cuelga el teléfono y date prisa porque la noche llega”, o como decía Carl Gustav Jung” la pregunta decisiva para un ser humano es ¿tienes una relación con algo infinito o no?”.
En este sentido, declaro el profesor “hay fundamentalmente dos formas y grados en la relación con lo infinito”. Según la cosmovisión islámica, “una está compuesta por aquellos con aspiraciones básicas o cortas orientadas a cubrir el expediente con la expectativa de la recompensa de ser salvados. La otra reúne a los que aspiran a la santidad o a deificarse, a estar en presencia de lo infinito en vida. Se trata de dos categorías, la de los que encuentran significado observando literalmente las normas o mandamientos de textos sagrados o religiosos y cumplen en lo externo y explícito, o la de los que cumpliendo estas normas van más allá, buscando objetivos más elevados y profundos de búsqueda de la verdad interior.
“La vida espiritual en cualquier tradición religiosa” terminó “se basa en dos principios básicos: el discernimiento entre lo real e ilusorio, o entre lo infinito o eterno y lo pasajero o efímero; y la concentración en lo real para profundizar en lo infinito. Esta concentración en lo real no es fácil, requiere perseverancia en un método focalizado en lo esencial y universal, que permita llegar a un estado de meditación auténtica”.
El Profesor Umar es Catedrático de la Universidad de Punjab Central, en Lahore (Pakistán), y reconocido como un erudito y hombre de moral intachable. Está especializado en filosofía, lengua y literatura (inglés, urdu, árabe y persa), religión comparada, espiritualidad islámica, y diálogo interreligioso internacional. Entre sus múltiples compromisos destacan su labor como director de la Academia Iqbal de Pakistán (centro de excelencia del Gobierno de Pakistán en estudios del poeta y sabio Iqbal) durante más de treinta años.
