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Universidad de la Consciencia

Raja Yoga - Kriya Yoga

Escuela Phi de Yoga Vedanta y Meditación

Las personas identificadas como referencias por su excelencia y carácter universal intemporal constituirán la cátedra de la Sabiduría.

EL YOGA

El yoga se refiere a una tradicional disciplina física y mental originaria de la India cuyo objeto es la restricción de las fluctuaciones de la consciencia, la inhibición de las modificaciones de la mente. El yoga se asocia con prácticas de meditación en todas las religiones que tienen su origen en India.

Se practican diversos yogas, pero los sistemas de yoga que se consideran fundamentales o clásicos son:

  • Raja Yoga
  • Jñana Yoga
  • Karma Yoga
  • Bhakti Yoga

Cada disciplina corresponde a un tipo concreto de yoga, pero todos los yogas poseen instrucciones especiales acerca de la concentración y la meditación.

 

RAJA YOGA

El Raja Yoga (literalmente “yoga rey”, pronunciado [raya]), es un tipo de yoga que sigue la vía de la introspección. También es conocido como yoga mental.

El practicante de Raja Yoga investiga su mente explorando la consciencia en sus diferentes manifestaciones: consciente, inconsciente y supraconsciente. En este yoga se dirige la atención hacia el interior, lejos de la distracción mundana, con el objetivo de comprender la naturaleza humana y su potencial.

Se suele identificar al Raja Yoga con el Astanga Yoga descrito por Patanjali. Esto es una imprecisión, ya que el Raja Yoga es una categoría más amplia que abarca también otros sistemas como el Kriya Yoga,  el Kundalini Yoga, el Mantra Yoga o el Dhyana Yoga.

EL Astanga Yoga (asta: ocho, anga: elemento) son los “ocho elementos del yoga” descritos por el sabio indio Patanjali en los Yoga Sutras (aforismos del yoga de Patanjali).Estos “ocho estadios” son:

1. Yama (prohibiciones):

  • Ahimsa (no violencia, sensibilidad hacia otros seres).
  • Satya (veracidad, no mentir).
  • Asteya (no robar, no envidiar).
  • Brahmacharya (ausencia de sensualidad y lujuria, celibato y estudio de las Sagradas Escrituras).
  • Aparigraha (desapego, no codiciar).

2. Niyama (preceptos):

  • Saucha (pureza mental y de corazón).
  • Santosa (contentamiento y aceptación).
  • Tapas (austeridad y disciplina espiritual).
  • Svadhyaya (estudio introspectivo de las Sagradas Escrituras con voluntad de conocer a Dios y el alma).
  • Isvara Pranidhana (rendir a Dios la voluntad del ego, entrega, abandono).

3. Asana (postura que manifiesta una actitud interna para la meditación).

4. Pranayama (retención del aliento vital, control de la fuerza de la vida o prana).

5. Pratyahara (retirada de los órganos de los sentidos de los objetos externos).

6. Dharana (concentración, la fijación de la atención en un solo objeto).

7. Dhyana (meditación, una intensa contemplación de la naturaleza del objeto de meditación).

8. Samadhi (liberación, la fusión de la consciencia con el objeto de meditación).

 

KRIYA YOGA

El Kriya Yoga, yoga del fuego y de la mente, es otro tipo de yoga dentro del Raja Yoga que conforma un “antiguo” sistema de varias técnicas yóguicas que fueron mencionadas en la Bhagavad Gita (hacia el siglo III a. C.), en los Yoga-Sutras (hacia el 150 a. C.), en los Tantra-Shastra y en otros tratados.

El Kriya Yoga es el arte científico de la unión con el Propio Ser o la Verdad. Cualquier persona, independientemente de su condición, ideología o creencia religiosa, puede practicar las técnicas yóguicas o Kriyas y beneficiarse de ellas para su propio crecimiento y bienestar personal. Este arte espiritual fue desarrollado por los antiguos Siddhas (seres auto-realizados) y revivido en los tiempos modernos por Mahamuni Babaji quien al transmitirlo a su amado discípulo, Yogiraj Shyamacharan Lahiri Mahasaya, permitió que, este a su vez, lo divulgara al mundo en 1861. El Kriya Yoga se hizo mundialmente popular gracias al libro “Autobiografía de un Yogui”, escrito por el Swami Yogananda Giri, también conocido como Paramahansa Yogananda.

Paramahansa Yogananda (1893 – 1952) conoció a su preceptor espiritual, Swami Yukteswarananda Giri a la edad de 17 años, en el año 1910. Acudió a la escuela secundaria de Scottish Church College y después obtuvo su licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Calcuta. Su autobiografía señala que en el año 1915 tomó formalmente los votos de monje en la antigua Orden Monástica de los Swamis y cambió su nombre de familia por el de Swami Yogananda Giri. En 1917 fundó en Ranchi, India, una escuela para varones en la que conjugaba los métodos educativos modernos con el entrenamiento en las técnicas de Yoga y algunos ideales de la filosofía Yoga Vedanta. Con el tiempo, esta escuela se transformaría en la Sede de Yogoda Satsanga Society of India, la filial de su fundación Self – Realization Fellowship en India. Se embarcó hacia América en 1920 invitado a participar en un Congreso de Religiones que se celebraría en ese año en Boston, como delegado representante de India. Swami Atmananda Giri fue quien quedó a cargo de la dirección de la Yogoda Satsanga Society of India siendo su primer Secretario General. Fue en ese mismo año en el que Yogananda fundaría la Self–Realization Fellowship y daría conferencias en la costa este de los Estados Unidos de América. El principal objetivo de su marcha a América, tal como lo pensó Yogananda, era el de compartir y diseminar las antiguas prácticas yóguicas y la filosofía Yoga Vedanta, prestando especial atención al Kriya Yoga, enseñado por su maestro Swami Yukteswarananda Giri, así como por los maestros anteriores a él en su linaje Giri de la Sagrada Orden de los Swamis (Advaita Vedanta Dasanami Sanyasin). En 1924, después de una gira por todos los Estados Unidos, se establece en la ciudad de Los Ángeles, California, en una finca llamada Mount Washington. Sus principales enseñanzas consistieron en hacer énfasis en experimentar y realizar a Dios a través de la meditación y el uso del Kriya Yoga. El primer impacto que Yogananda produjo fue realmente impresionante, pero el impacto permanente que han dejado su vida y enseñanzas es aún mucho más extraordinario. El libro de Yogananda “Autobiografía de un Yogui” fue publicado en 1946 por primera vez. Este libro supuso una revolución espiritual en todo el mundo. Su meta era ayudar a todos los buscadores sinceros de la Verdad, de cualquier creencia religiosa, a experimentar personalmente la comunión directa con Dios a través de la técnica del Kriya Yoga. Estas enseñanzas son universales y ofrecen soluciones prácticas a los retos de la vida moderna. Su Maestro, Swami Yukteswarananda Giri lo envió a occidente con las palabras: “Occidente conoce muy bien cómo obtener cosas materiales, pero carece del entendimiento espiritual. Es la voluntad de Dios que tu juegues el papel de enseñar a la humanidad el equilibrio entre el mundo material y el mundo interior de la vida espiritual.”

Swami Atmananda Giri (1895 – 1963), médico de profesión, también conocido como Prakash Das Brahmachari, fue discípulo de Swami Kebalananda Giri (1872 – 1932) e íntimo amigo de Paramahamsa Yogananda, de quien recibió formalmente los votos en la antigua Orden Monástica de los Swamis. Swami Atmananda fue director espiritual del Yogoda Satsanga Math de Dakshineswar en Calcuta y Secretario General de la Yogoda Satsanga Society of India. Más tarde, Swami Yogananda le propuso, en Estados Unidos, aceptar el cargo de sucesor en la presidencia de la Self–Realization Fellowship, así como de la Yogoda Satsanga Society of India, cargos que declinó tras pasar una temporada en California. Posteriormente, Swami Atmananda decide retirarse discretamente en el Narod Baba Math de Calcuta, junto a algunos de sus discípulos más avanzados, para llevar una vida puramente contemplativa que mantuviese y preservase escrupulosamente la esencia de la transmisión original.

Swami Yukteswarananda Giri (1855 – 1936), también conocido como Sri Yukteswar, fue el Gurú de Paramahansa Yogananda. Antes de unirse a la Orden Monástica de los Swamis se llamaba Priyanath Karar y provenía de una familia acomodada. Según sus biógrafos, pronto quedó huérfano de padre y tuvo que encargarse de las haciendas familiares, se casó y tuvo una hija, pero al poco tiempo, quedó viudo y su hija también murió.

Sri Yukteswar se inició en la vida espiritual y fue discípulo de Charan Lahiri, conocido como Yogiraj Shyamacharan Lahiri Mahasaya (1828 – 1895), quien lo inició en Kriya Yoga. Fue de los pocos agraciados que, como Swami Kebalananda Giri, conoció al gran Mahavatar Mahamuni Babaji, el Gurú de su propio maestro espiritual, durante una Kumbha Mela (festividad religiosa celebrada periódicamente en India) en 1894 cuando el mismo Swami Yukteswarananda aún era laico. Mahamuni Babaji le dio instrucciones precisas de escribir “La Ciencia Sagrada”, con el fin de comparar el cristianismo y el hinduismo. Fundó varios Ashrams o monasterios en donde formó espiritualmente a sus discípulos laicos y monásticos. Le confirió los votos monásticos a Paramahansa Yogananda.

LA TÉCNICA SAGRADA DEL KRIYA YOGA

El Kriya Yoga consiste en un conjunto de técnicas espirituales de meditación y control del prana, que tienen como finalidad la total limpieza de las impurezas físicas, mentales y espirituales, facilitándose, de este modo, el sendero de la realización.

Según la filosofía de la India y el yoga, se contemplan cinco impurezas (kleshas) fundamentales:

  1. Avidya (la ignorancia, la carencia de conocimiento      espiritual).
  2. Asmita (el egoísmo, el orgullo, el “yo”).
  3. Raga (el deseo, el apego, la pasión, la codicia).
  4. Devesa (el odio, la aversión, el aborrecimiento, la displicencia).

La práctica regular y disciplinada del Kriya Yoga ayuda a erradicar estos kleshas, acelera el desarrollo espiritual y crea un estado profundo de paz que favorece le experiencia del samadhi.

Paramahansa Yogananda afirma en sus libros que, para alcanzar y experimentar el estado de Samadhi, se necesita el cese absoluto de todo movimiento y actividad del cuerpo, parándose la respiración, la actividad cerebral, y el metabolismo. Solo así se produciría la desconexión total con el mundo exterior y con lo que nos ata al mismo, el cuerpo. Dice que el cuerpo limita y ata nuestra consciencia y concentración, las cuales parecen estar unidas de forma inseparable, además de continua y estrecha, con el primero a través de los cinco sentidos y los procesos corporales inconscientes. No podemos controlar nuestra presión arterial o latidos a voluntad pero una parte de nuestra “consciencia inconsciente” lo controla todo y está parcialmente “ocupada” en ello. En este estado de samadhi la consciencia quedaría libre de dichas ataduras.

El proceso consiste primero en desconectar progresivamente el cuerpo y la mente del mundo exterior mediante la práctica diaria y constante de las técnicas, reveladas e impartidas por un maestro experimentado. Lenta y progresivamente se iría reduciendo la actividad corporal y la respiración, que pasaría de los 18–20 ciclos por minuto usuales, hasta llegar a cero, parándose el cuerpo de forma natural. Al pararse el cuerpo se pararía el pensamiento, y se experimentaría entonces el samadhi. El número de respiraciones por minuto y el número de pensamientos que tenemos de promedio cada día han sido contados meticulosamente por los yoguis desde la antigüedad, pues afirman que hay una relación estrecha entre respiración y pensamiento (o mente) y entre respiración y ciertas energías desconocidas por la ciencia.

Swami Yogananda llama a este estado corporal del samadhi “animación suspendida”, una especie de estado intermedio entre la vida y la muerte, en el que el cuerpo estaría totalmente dormido, parado o “muerto”, pero la consciencia seguiría totalmente despierta. Sin la limitación del cuerpo, la consciencia podría expandirse sin fin en la experiencia de una especie de “muerte temporal reversible”, de la que se podría volver a la consciencia normal del mundo exterior, primero involuntariamente y posteriormente, tras larga práctica, voluntariamente. En una primera etapa, la experiencia viene y se va independientemente de la voluntad del practicante (savikalpa samadhi), en experiencias similares a las de los místicos cristianos como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, pero tras muchos años de práctica adicional, se consigue llegar al control voluntario del trance o experiencia y entrar y salir del mismo a voluntad (nirbikalpa samadhi).

El Kriya Yoga es el arte científico de la realización del Ser, de la perfecta unión con la Verdad (Dios). A través del Kriya Yoga se puede acceder a toda la consciencia y la energía potenciales que yacen en nuestro interior (kundalini). Es una síntesis de las antiguas enseñanzas de la tradición de los 18 Siddhas, agrupadas en cinco fases o ramas.

1. Kriya Hatha Yoga: incluye Asanas o posturas físicas de relajación (una serie particularmente efectiva de 18 posturas, que se enseñan por fases y agrupadas por parejas), bandahs o cierres musculares, y mudras o gestos; todos producen una mayor salud, paz y el despertar de los principales centros de energía (chakras). Con todos estos ejercicios, conseguimos un estado de calma plenamente consciente; además liberamos las toxinas y los bloqueos energéticos del cuerpo, preparándolo para la práctica del pranayama y de la meditación, y activando los chakras o centros psicoenergéticos. Uno cuida el cuerpo físico como vehículo o templo de la Divinidad.

2. Kriya Kundalini Pranayama: es la técnica más importante del Kriya Yoga. Los maestros han enfatizado la importancia de la práctica del pranayama para despertar fuertes energías latentes, hacerlas circular a través de los principales centros de energía (chakras) y lograr estados más elevados de consciencia. Consta de varias fases en las que se impulsa la energía desde los chakras inferiores hacia los chakras superiores, favoreciendo su apertura y la evolución espiritual del practicante. Esto despierta los estados psicológicos correspondientes y lo convierte a uno en una dinamo para los cinco planos de la existencia: físico, vital, mental, intelectual y espiritual. La práctica comprometida y diaria de estas técnicas energetiza, rejuvenece y transforma el cuerpo.

3. Kriya Dhyana Yoga: es el arte científico de dominar la mente, de purificar el subconsciente, de meditar, de desarrollar la concentración, la claridad mental y la visión, para despertar las facultades creativas e intuitivas y contactar con nuestro ser superior o nuestra superconsciencia.

4. Kriya Mantra Yoga: es la repetición mental de sonidos sutiles para despertar la intuición, el intelecto y los chakras; el mantra se convierte en un sustituto para la charla mental centrada en el “yo”, y facilita la acumulación de grandes cantidades de energía. El mantra limpia también las tendencias habituales subconscientes.

5. Kriya Bhakti Yoga: es el conjunto deactividades devocionales y servicio para despertar el Amor puro y verdadero y el gozo espiritual; incluye cantos, ceremonias, peregrinaciones y adoración. De forma gradual, todas las actividades cotidianas se ven impregnadas de dulzura, conforme el “Bienamado” es percibido en todo.

El Kriya Yoga produce una transformación integral del individuo en los cinco planos de la existencia. Todo el mundo puede practicarlo, y encontrar así paz y felicidad.